jueves, 30 de diciembre de 2010

Las fronteras invisibles

Hoy las palabras se agudizan en este clima extraordinario. Es octubre, pero el otoño ha muerto, fue asesinado hace años por el homicida del tiempo, que ha trazado fronteras interminables dentro de una misma tierra. Aqui en la frontera noroeste, sólo se vive el verano y una esperanza de invierno que no siempre llega para festejarse de nuevo; es un invitado muy peculiar, come y se va al pasar de las fiestas que tanto le gustan. Es un mal invitado, siempre llega tarde y se va temprano.

Tierra de mis amores, es verdad, aqui no existe el otoño, el invierno nos abandona pronto, y el verano opaca a la primavera en sus arrivos semanales que se extinguen con el andar del sol calcinante. Sólo quien lo vive, entiende.

(escrito hace algunos otoños)

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